Horas antes de la fecha límite que Elon Musk había dado a los empleados de Twitter para decidir si se quedaban o dejaban sus puestos de trabajo, las oficinas de la red social eran un completo desorden.
Según cuatro fuentes que hablaron bajo condición de anonimato, Musk y sus asesores intentaron persuadir a algunos de los empleados “críticos” para que se quedaran.
“Musk envió mensajes confusos sobre el trabajo remoto, pareciendo suavizar su postura de no permitir que la gente trabaje desde casa”, señalaron algunos empleados.
Las salidas se suman a las polémicas de la red social desde que Musk, de 51 años, completó su adquisición por 44.000 millones de dólares el mes pasado.
Ante las pérdidas millonarias diarias que sufre la compañía, decidió despedir a prácticamente el 50% de la plantilla de trabajadores. Pero la cosa no acaba ahí, pues ahora todos los trabajadores de Twitter están obligados a tomar una decisión. Pueden decidir seguir en la compañía para trabajar en el Twitter 2.0 de Elon Musk o negarse y ser inmediatamente despedidos recibiendo una indemnización, teniendo de plazo para decidir hasta este jueves.
Este miércoles, Musk dio a los empleados que quedaron bajo contrato menos de 36 horas para que se marcharan o se comprometieran a construir “un Twitter 2.0 rompedor”. “Los que se marchen recibirán los tres meses de indemnización por despido”, dijo. La medida la planteó como una forma de hacer que la empresa fuera lo más competitiva posible, aunque también supuso una oportunidad para recortar aún más los costos y limpiar la empresa de trabajadores descontentos.