Según explicó el Servicio Geológico Colombiano (SGC), el día de ayer la actividad sísmica asociada al fracturamiento de roca en el edificio volcánico y la
asociada al movimiento de fluidos al interior de los conductos, mantuvo un comportamiento similar en cuanto a número y energía sísmica respecto al día anterior (22 de abril).
Los sismos asociados al fracturamiento de roca se localizaron principalmente en los sectores sur, suroriental y nororiental del volcán, así como en el cráter Arenas, a profundidades entre 0,4 y 4 km.
Las autoridades hacen un llamado a “no bajar la guardia” y seguir las recomendaciones de los organismos de socorro, sobre todo en zonas aledañas al volcán donde algunos habitantes no han evacuado.
El instituto detalló que la sismicidad relacionada con movimiento de fluidos se concentró básicamente en el sector del cráter y algunos de estos sismos estuvieron asociados a emisiones pulsátiles de ceniza que fueron confirmadas a través de las cámaras web utilizadas para el monitoreo volcánico.
Y agregó que la altura máxima de la columna de gases y/o ceniza «observada fue de 1400 m, medidos desde la cima del volcán con una dirección de dispersión que osciló entre el oriente y suroriente».
Además, continúan las anomalías térmicas en el fondo del cráter. En cuanto a la salida de dióxido de azufre a la atmósfera, este mantuvo niveles similares a los días anteriores.
La actividad volcánica sigue siendo muy inestable, por lo cual se mantiene el nivel de ACTIVIDAD NARANJA.