“Creo que es un criminal de guerra”, dijo Joe Biden el miércoles a una periodista que le interrogó sobre Putin en la Casa Blanca a la salida de un evento dedicado a la lucha contra la violencia doméstica.
La dureza del ataque contra Ucrania había atronado ese día en Washington. El presidente ucranio, Volodímir Zelenski, pronunció por la mañana un emotivo discurso por videoconferencia ante el Congreso de Estados Unidos invocando el recuerdo del ataque de Pearl Harbor y de los atentados del 11-S para pedir más ayuda ante el ataque ruso.
El jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, por ejemplo, calificó la semana pasada de “atroz crimen de guerra” el bombardeo ruso de un complejo que albergaba un hospital de maternidad y un hospital pediátrico en Mariúpol, que dejó tres muertos, entre ellos una niña, y 17 heridos.
por otra parte: “Consideramos inaceptable e imperdonable semejante retórica por parte del jefe de un Estado cuyas bombas mataron a centenas de miles de personas en todo el mundo”, declaró el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov.