La posibilidad de que China invada Taiwán está encima de la mesa desde hace muchos años. Lo asegura el servicio de inteligencia estadounidense, y también baraja esta posibilidad Mark Liu, el director general de TSMC.
Las sirenas suenan en las calles de Taipéi y los ciudadanos corren a resguardarse en el refugio más cercano. Son los simulacros que el Gobierno de Taiwán está poniendo en marcha en previsión de una posible invasión de China a la isla.
Todo esto tras la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, a Taiwán.
La isla tomó medidas debido a las el cambio en el panorama geopolítico que ha causado la guerra en Ucrania ha provocado que el Ejecutivo taiwanés comience a instruir a sus ciudadanos para salvaguardar su seguridad.
La medida que ha dado de qué hablar en los ciudadanos es que, en caso de que impacten misiles, agacharse en los aparcamientos de los sótanos con las manos cubriendo los ojos y los oídos y manteniendo la boca abierta, para minimizar el impacto de las ondas expansivas.
“Estamos bastante asustados y no hay forma de saber si la guerra también ocurrirá aquí”, dice preocupado Yang Yu-tung, jefe de policía en un distrito de la capital. Taipéi cuenta con más de 4.600 de estos refugios designados que pueden albergar a unos 12 millones de personas, más de cuatro veces su población.